Miercoles de Ceniza

Levántate De Tus Cenizas - Vuelve A Dios

NO SEAN COMO LOS HIPÓCRITAS

1. ORACIÓN

Señor, al comenzar este viaje cuaresmal, abre nuestros corazones para ver más allá de las apariencias y distracciones. Enséñanos a abrazar el propósito más profundo de nuestras acciones y a vivir con verdadera humildad y amor. Amén.

2. TU HISTORIA

¿Cuándo fue una vez en la que marcaste las casillas, pero perdiste el objetivo?

3. HISTORIAS ALREDEDOR DEL MUNDO

El signo visible de la Cuaresma: las cenizas.

La Cuaresma es más que simplemente renunciar a placeres; se trata de profundizar nuestra conexión con el sufrimiento de Cristo al servir a los demás con compasión. El P. Joseph R. Veneroso, MM, sirvió en misión en Corea. Él reflexiona sobre sus prácticas cuaresmales pasadas, como el ayuno, asistir a Misa y renunciar a comodidades personales como el café. Aunque estos sacrificios parecían significativos, se dio cuenta de que el verdadero espíritu de la Cuaresma va más allá de la penitencia personal y nos llama a cuidar a los pobres. Señala cómo prácticas como sustituir langosta por carne de res o realizar penitencia para aparentar son erróneas y no logran captar el propósito más profundo. Nos anima a participar en acciones positivas durante la Cuaresma, como hacer un voluntariado o donar a los necesitados. En última instancia, la Cuaresma se trata del crecimiento espiritual, servicio y de mantener el sufrimiento de Cristo en nuestros corazones mientras servimos a los demás.

4. HISTORIA BÍBLICA

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.

Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa.

Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.

Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará”.
Mateo 6, 1-6. 16-18

5. REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA

La Cuaresma comienza con un signo visible, las cenizas. Este símbolo revela una realidad interior que reconoce la necesidad del cambio y la naturaleza transitoria de la vida. En el Evangelio, Jesús advierte a sus seguidores que no se dejen atrapar por las apariencias de la oración, el ayuno y la limosna. En cambio, les recuerda que deben estar fundamentados en la realidad para la cual estas prácticas están destinadas. Damos limosna porque toda la creación es dada para el bien común, ayunamos en solidaridad con muchos que pasan hambre. Y cada año, a pesar de las deficiencias y errores previos, volvemos a Dios en oración con una confianza inquebrantable. Especialmente durante la Cuaresma, la esperanza brota de la experiencia de una misericordia que no tiene límites. La capacidad de la persona humana para levantarse de las cenizas a través del Misterio Pascual hasta la Resurrección, descansa en la esperanza.

6. COMPARTIR LA FE

¿De qué manera el Espíritu Santo te está llamando a ti y a tu comunidad a ir más allá de los sacrificios de la Cuaresma hacia las realidades más profundas de los necesitados de hoy?

7. APRENDER MÁS

Esta Cuaresma, asumamos el desafío del ayuno, dar limosna y orar de maneras que se enfoquen en aquellos que están en las periferias. Anota en un diario tus objetivos de Cuaresma que se centran en: 1) ¿De qué necesito ayunar para permitir tiempo de enfoque en cuestiones que desarrollen empatía con los demás en necesidad? 2) ¿Cómo puedo centrarme en dar a organizaciones que están haciendo el bien en el mundo en áreas que profundizan nuestra conexión entre nosotros? 3) ¿Qué necesito llevar a oración que aumente mi capacidad de solidaridad?

8. ORACIÓN

Dios bondadoso, al concluir este tiempo de reflexión y compartir, te damos gracias por llamarnos a crecer en empatía y servicio. Que nuestras prácticas cuaresmales amplíen nuestras perspectivas, transformen nuestros corazones, profundicen nuestra solidaridad con los demás y nos acerquen a la esperanza de la Pascua. Amén.