IV Domingo de Pascua

Mis Ovejas Escuchan Mi Voz

MIS OVEJAS ESCUCHAN MI VOZ

1. ORACIÓN

Oh Dios, dador de toda vida, estás en todas partes de la creación. Sin embargo, a veces no reconocemos tu voz. Hay tanto ruido, tantas distracciones; nos sentimos abrumados. Abre nuestros oídos para escuchar tu canto de amor. Ayúdanos a ignorar las voces que nos llevan a rincones donde la luz no brilla. Danos la valentía de escuchar tu llamado a una nueva vida.

2. TU HISTORIA

Cuéntanos sobre alguien cuya voz reconocerías y en quien confiarías de inmediato, incluso si solo escucharas una frase corta. ¿Cómo llegué a confiar en esa voz?

3. HISTORIAS ALREDEDOR DEL MUNDO

Patrulla Fronteriza entre Estados Unidos y México (Sean Sprague)

Puede ser muy difícil discernir la voz del Buen Pastor en medio de los mensajes contradictorios del mundo actual. En febrero de 2025, el Papa Francisco dirigió una carta a los obispos estadounidenses, expresando su profunda preocupación por las políticas migratorias de la administración Trump, en particular las deportaciones masivas de migrantes. Enfatizó que equiparar la situación irregular con la criminalidad socava la dignidad inherente de las personas obligadas a migrar debido a condiciones extremas. El papa advirtió que las políticas basadas en la fuerza, en lugar de la verdad, “terminarán mal”, e instó a los fieles a rechazar las narrativas que discriminan a los migrantes y refugiados. El vicepresidente J.D. Vance respondió diciendo que se debe priorizar a los propios compatriotas sobre los demás. El Papa Francisco replicó haciendo referencia a la parábola del Buen Samaritano, ilustrando que el verdadero amor cristiano trasciende fronteras y se extiende a todos, independientemente de su estatus u origen. Hizo un llamado a una fraternidad abierta a todos, sin excepción, desafiando cualquier argumento que justifique la exclusión o la marginación.

4. HISTORIA BÍBLICA

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno”. Juan 10, 27-30

5. REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA

Para reconocer verdaderamente la voz de alguien, necesitamos tener una profunda familiaridad con esa persona. Para la mayoría de nosotros, la primera voz que reconocemos es la voz de nuestra madre, una que podemos distinguir instintivamente, incluso sin fijarnos en las palabras que se pronuncian. De la misma manera, Jesús confía en que sus ovejas reconocerán su voz. En un mundo lleno de voces que compiten entre sí, discernir la voz del Buen Pastor requiere atención y familiaridad con quién es realmente. Muchos afirman seguir a Cristo, pero les cuesta distinguir su voz de la de quienes los extravían. Como discípulos misioneros, estamos llamados a cultivar una relación íntima con Jesús, aprendiendo a reconocer su voz en medio del ruido. Esto significa discernir entre las voces que traen vida y las que conducen a la destrucción y la muerte, eligiendo siempre seguir las palabras del amor de Dios.

6. COMPARTIR LA FE

¿Qué distracciones o voces contradictorias en tu vida te dificultan escuchar al Buen Pastor? ¿Cómo puedes desconectarte de ellas y crear espacio para escuchar con más profundidad?

7. APRENDER MÁS

En un mundo lleno de voces que compiten entre sí, sintonizar nuestros corazones con el Buen Pastor requiere práctica intencional. Desde los tiempos de Jesús, los cristianos se han reunido en pequeñas comunidades para comprender la Palabra y discernir juntos la voz del Buen Pastor. Únete a una comunidad local de fe esta semana, si aun no lo haces. Tambien puedes invitar a alguna amistad - vecinos a venir a la comunidad de fe.

8. ORACIÓN

Señor, en el ruido y las distracciones de nuestra vida diaria, ayúdanos a reconocer tu voz, la del Buen Pastor que nos llama a la verdad, al amor y a la acción. Sintoniza nuestros corazones con tu sabiduría, para que escuchemos con claridad y sigamos con valentía. Fortalécenos para ser faros de esperanza, reflejando tu amor en nuestras palabras y acciones, especialmente hacia quienes viven al margen. Que nuestro discernimiento nos lleve no solo a escuchar, sino a responder, a avanzar con fe, guiados por tu luz. Amén.