III Domingo de Pascua

El Club Del Desayuno

VENGAN A ALMORZAR

1. ORACIÓN

Dios de amor, a menudo nos estancamos. Sobre todo cuando sufrimos una pérdida o una decepción, nos refugiamos en las viejas costumbres para encontrar consuelo. Abre nuestros corazones y mentes para que dejemos atrás el pasado que nos frena. Ayúdanos a crecer en la confianza en que tu amor nos impulsa a experimentar la nueva vida que nos ofrece Jesús Resucitado.

2. TU HISTORIA

Comparte una ocasión en la que saliste de tu zona de confort o abordaste algo de una manera nueva. ¿Qué desafío supuso para ti y qué bendiciones o crecimiento inesperados te trajo?

3. HISTORIAS ALREDEDOR DEL MUNDO

April Pruitt (segunda desde la derecha) en un viaje de inmersión misionera en El Paso

Durante un viaje de inmersión de Maryknoll a El Paso, Texas, April Pruitt, estudiante de doctorado de Yale, salió de su zona de confort y se transformó. Como voluntaria en un albergue para migrantes procesados por ICE, conoció a personas que lo habían perdido todo, pero que conservaban una resiliencia inquebrantable. Una noche, compartió una comida con una familia haitiana que había soportado un peligroso viaje a través de varios países. Mientras intercambiaban chistes, oraciones e historias, se dio cuenta de que la verdadera comunidad no se construye sobre la familiaridad, sino sobre la humanidad compartida. Su tiempo en la frontera desafió sus suposiciones y amplió su comprensión de la fe y la solidaridad. En los rostros de quienes conoció, vio la presencia de Cristo Resucitado, no en grandes gestos, sino en simples momentos de conexión. Impulsada más allá de lo familiar, April descubrió que adentrarse en lo desconocido, como Pedro al volver a lanzar su red, conduce a una mayor empatía, una abundancia inesperada y un renovado llamado a caminar junto a los marginados. ( Jóvenes Misioneros: Con ojos y corazón abiertos a la migración, Misioneros, Diciembre 2023)

4. HISTORIA BÍBLICA

En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Se les apareció de esta manera:

Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “También nosotros vamos contigo”. Salieron y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.

Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”. Entonces él les dijo: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces”. Así lo hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.

Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: “Es el Señor”. Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se la había quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no distaban de tierra más de cien metros.

Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús les dijo: “Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar”. Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: “Vengan a almorzar”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres?’, porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos. Juan 21, 1-14

5. REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA

Pedro era pescador antes de conocer a Jesús, así que tiene sentido que, tras su muerte, volviera a lo conocido. En momentos de duda o pérdida, con demasiada frecuencia recurrimos a lo que nos parece seguro. Tras una larga noche de pesca improductiva, Jesús se acerca a ellos al amanecer con una amable invitación a desayunar. Jesús les recuerda, como nos recuerda a nosotros cuando enfrentamos pérdidas - frustraciones, que nuestra vocación no reside en aferrarnos al pasado. Como discípulos misioneros, incluso en nuestra incertidumbre, Jesús nos llama a superar pasados dolorosos - difíciles. Al igual que Pedro, se nos invita a confiar en que el amor de Dios nos llevará más allá de lo familiar para encontrar la abundancia en una nueva vida.

6. COMPARTIR LA FE

¿De qué maneras te está llamando el Espíritu Santo esta semana a ir más allá de la comodidad de hacer lo mismo de siempre y abrazar un nuevo desafío para experimentar el amor de Dios?

7. APRENDER MÁS

Esta semana, sal de tu zona de confort y reflexiona sobre cómo la rutina te frena, y anímate a aceptar algo nuevo. Atrévete: invita a un desconocido a desayunar, escucha su historia y descubre qué siente que debe hacer para mejorar el mundo. Juntos, comprométanse a salir con valentía, a asumir riesgos y a ser una fuerza impulsora del cambio.

8. ORACIÓN

Dios de sorpresas, desde los patrones desgastados de nuestras cómodas rutinas, nos invitas a desayunar. Al alimentarnos con tu amor, algo crece en nosotros. Las flores florecen en el desierto. Surgen nuevos horizontes. Tu canción se arraiga en nuestros corazones. Haznos tu pueblo del desayuno. Haznos tus misioneros de esperanza. Aliméntanos para que podamos alimentar a otros.