Como Ser Un Buen Fruto
1. ORACIÓN
2. TU HISTORIA
3. HISTORIAS ALREDEDOR DEL MUNDO

Juanatano Cano trata de redescubrir su verdadera identidad y la sanación a través de la fe. Creciendo en Guatemala durante la brutal guerra civil, fue testigo de una violencia inimaginable, incluyendo el asesinato de su tío. Después de huir a los EE. UU., Cano luchó con el estigma de ser indígena, internalizando la vergüenza por su cultura maya Q’anjob’al. Sin embargo, su encuentro con Jesús transformó su vida.
“Redescubrí mi identidad cuando encontré a Jesús, quien me acepta y me sostiene tal como soy,” comparte Cano. Esta realización lo ayudó a abrazar tanto su fe católica como su herencia maya, iniciando un proceso de sanación que le permitió recuperar su dignidad y propósito.
Ahora, como líder en el ministerio Pastoral Maya, Cano empodera a otros en su comunidad para encontrar esperanza y sanación al compartir sus historias. Como esposo, padre y educador con un doctorado, inspira a las futuras generaciones a valorar su cultura y fe. A través de conferencias, charlas motivacionales y su incansable labor de abogacía, Cano recuerda a los demás que su identidad, lengua y tradiciones son dones, no son cargas. Son el buen fruto que debe ser compartido. “Nuestro trabajo es plantar las semillas. Al contar nuestras historias y escuchar, abrimos un camino para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.”
(Sanando a Través de la Fe y la Cultura, Misioneros Revista, Marzo 2024)
4. HISTORIA BÍBLICA
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: “¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano. No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos. El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón”. Lucas 6, 39-45
5. REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA
6. COMPARTIR LA FE
7. APRENDER MÁS
8. ORACIÓN