Descubriendo la Esperanza en aguas Desconocidas
1. ORACIÓN
2. TU HISTORIA
3. HISTORIAS ALREDEDOR DEL MUNDO
Nancy Richards, una afiliada de Maryknoll del estado de Washington, nunca imaginó que podría tener un impacto en Tanzania desde su propio hogar. Sin embargo, a través de un proyecto llamado Hope on Hooves, Nancy y sus amigos estadounidenses han llevado esperanza a innumerables familias al proporcionarles cabras, vacas y un futuro más brillante. Nancy sintió un llamado a preguntarle a Dios: “¿Qué puedo hacer para ayudar a los demás?” Compartir fotos de sus propias cabras en las redes sociales le dio una idea. Invitó a sus amigos y compañeros afiliados a contribuir con $ 25 para comprar una cabra para familias en Tanzania, o $130 para una vaca, prometiendo enviarles fotos de los animales con las familias a las que ayudaron. La respuesta fue abrumadora, y Hope on Hooves se convirtió en un salvavidas para las familias necesitadas. Al reflexionar sobre la experiencia, Nancy dice: “He aprendido que se puede llegar a las personas y tocar sus vidas desde cualquier lugar. A través de la gracia de Dios, estas conexiones traen esperanza a lugares inesperados”. (Esperanza en las Pezuñas, Misioneros, Sept. 2021)
4. HISTORIA BÍBLICA
En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar”. Simón replicó: “Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra, echaré las redes”. Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: “¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!” Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Entonces Jesús le dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Lucas 5, 1-11
5. REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA
6. COMPARTIR LA FE
7. APRENDER MÁS
8. ORACIÓN